Revólver regresan adictos a la euforia
Dejemos las cosas muy claras antes de comenzar. Señor juez: Soy inocente. Y añado: No tengo la culpa de nada y mucho menos de que este tipo me siga emocionando con sus canciones casi 40 años después. Hace ya tiempo que no me pongo hasta el culo por lo que queda totalmente descartado que mi encantamiento por su obra sea debido a extraños estímulos externos alejados del más cabal raciocinio. Tampoco es que ahora tenga sangre de lagarto, oíga... aún soy un apasionado de la belleza y las cosas bien hechas, quizás, hoy más que ayer. Recuerden, queridos y queridas, que más sabe el diablo por viejo que...
Y pasión a borbotones es lo que da vida a este exquisito "Adictos a la euforia". De arriba, abajo, desde el corte número uno hasta ese regalo que cierra el disco a modo de delicioso huevo Kinder. Cierto, hasta para mí ha sido una grata sorpresa escuchar el clásico de Robert Palmer, "Johnny and Mary", en español y desde la óptica acertada de Carlos. Ni un solo pero, de hecho en la primera escucha me pilló a traición, no sabía ni que estaba, y pensé, ¡qué cojones, vaya guinda le ha puesto a la tarta! Sí señor, "Adictos a la euforia" es como subir al Tourmalet en los brazos de Indurain para coronarlo a lo grande, como los grandes. Y Carlos hace mucho tiempo que lo es.
Y aunque las hostias vayan a llegar igual, sigo afirmando que Carlos Goñi cada vez es mejor letrista y como compositor, musicalmente hablando, nunca defrauda. Rock, delicadeza y actitud es lo que vas a disfrutar en esta nueva entrega de Revólver. Un álbum que te envuelve con fascinación entre sus imaginarios surcos y avanza en un inevitable e inteligente in crescendo, canción tras canción, hasta el final.
Me niego a destacar a ninguna, me resulta complicado porque me gustan todas. Tanto la homónima que bautiza al conjunto, así como "El anillo de boda", "Esta guerra tuya y mía", "Beguine", "Al infierno sin papeles", "Desde que no estás aquí", "El otoño está al caer" y "Calor y tiempo" son perlas cultivadas con esmero por Carlos para cautivarte sin remisión una vez más. Y te sabe a poco. Aquí no hay desperdicio. Gracias.
Momentos estelares de la humanidad
Curiosidades. Resulta que acabo de descubrir a un tal Stefan Zweig (perdonen mi ignorancia). Austríaco él, además de escritor, biógrafo y activista social. Pues bien, repasando su extensa obra veo que uno de sus libros se llama "Momentos estelares de la humanidad", lo que inevitablemente me ha traído a la cabeza el disco de Huevos Duros "Grandes éxitos de la humanidad". ¿¡Casualidades!? No he podido evitar esbozar una amplia sonrisa y dejar volar mi imaginación. ¿En aquella época, sin ser consciente, guiaría mi mano de manera automática Mr. Zweig? ¿Sería su espíritu quién manejaba mis actos? ¿Sinergia?
No sé. Lo único cierto es que fue un gran momento de inspiración y creatividad que surgió del cero más gigantesco, de la nada más absoluta, de la ingenuidad más perversa. Joder, está feo que lo diga, pero ese disco es una joya del underground nacional, un molotov amusical que incluye canciones visionarias como "No más drogas, más políticos", "Una parte de la piara", "El Sistema te quiere sano", "La hora de las brujas"... ¡guau! si parecen escritas hoy y dedicadas a la misma mugre.
Bueno, pues aquí lo tienes gratis para descargar. Máxima calidad sonora y con las gráficas al completo. Por algo llegamos a ser los reyes del Punk Melódico Doméstico IndustriaLSD. ¡Descubre por qué somos atemporales! Os dejo, tengo una sesión de güija.
España - Marruecos: Hice lo que pude
Querido Luis Enrique:
Estoy triste y decepcionado. Ya, ya sé que solo es fútbol, pero no vengas tú a explicármelo justamente ahora. La verdad es que podías haber rectificado un poco y no repetir lo mismo hasta la saciedad. Quise creer en ti hasta el final (que no hasta la final), por España y por todos esos perversos mierdas que solo querían que fracasases a costa del perjuicio de nuestra selección, incluso para cerrarles el pico a todos esos estúpidos cuñados que solo tienen cultura de club (de su puto club), pero los hechos son los hechos... joder, Luis Enrique, métete la posesión por el culo y, por lo menos, obliga (como plan B) a que de cada 8 pases uno termine en banda para que este centre al área y a ver que pasa (hasta que sonara la flauta hubiese servido). A los moros (calma, lee la RAE), las 3 veces que centramos al área, se cagaron patas abajo y les cundió el pánico... pues nada, don erre que erre... pase y pase y pase y pase y ahora se la mandas a Unai para que nos ponga un rato los huevos de corbata... vale, se puede perder, eso lo acepto, pero no como gatitos acobardados en la copa de un árbol (realmente iba a escribir "como mariconas de playa").
Por lo demás, me alegro de que tengas más salidas que el metro, pero evita por una vez, por favor, coger la de la soberbia.
Estoy muy cabreado. Hice lo que pude.
Carlos Goñi, adicto a la euforia
Adictos a la euforia es lo nuevo de RevolveR. Mi querido Carlitos hace mucho tiempo que no tiene que demostrarle nada a nadie, pero ahí sigue, creciendo como persona y artista, pariendo excelentes canciones atemporales, refinándose en los textos que interpreta y manteniendo, año tras año, la constancia en el esfuerzo. Un tipo honesto. Respeto.
A la memoria de Mak y Bali
La verdad es que el fallecimiento ahora de Mak (Octubre) junto al de su compañero Bali solo hace unos pocos meses (Julio) me han tocado un poco la línea de flotación. Vaya racha que llevamos de un tiempo a esta parte. Estoy hasta los cojones del poder de lo inevitable, pero imagino que habrá que seguir hacia adelante con la mejor de nuestra actitud. Mak cantaba que era el mejor y un hueso duro de roer. Tomo su tetigo para gritar que somos duros de roer, somos los mejores. Llevo un par de días recordando con cariño la discografía de Mak y Los Desertores. Estoy en un bucle nostálgico de canción tras canción, disco tras disco. Publicaron cuatro trabajos de estudio y un directo en sus 41 años de existencia... Se dice rápido, más de cuarenta años de verdad y autenticidad, ojo, aquí no hay palabras de relleno ni consuelo. Simplemente, eran la leche. Eran de fiar. Comenzaron en el año 1981 y salvo los cambios en la batería, el núcleo duro siempre fue el mismo: los hermanos Benegas (Santi y Gato) y el fiel escudero Bali. Lealtad. Como decía, estoy a piñón fijo con ellos tal cual Jack Nicholson en El Resplandor y creo que se merecieron mucho más de lo que la miserable industria musical les ha dado. No importa, no nos va la sopa boba, ni a ellos ni a mí, y esos cinco discos grabados con máximo esfuerzo por genuinos obreros del rock es un legado más que decente, honrado y primoroso que han dejado para la historia del mundo subterráneo valenciano, para la historia del underground español. No solo me emociono al escucharlos, los reivindico con la cabeza muy alta.
- El retorno del vicio (1987)
- Mala reputación (1990)
- Jugando con el diablo (1998)
- Baja y ponte al corriente (2010)
- Todavía vivos y... en directo (2018)
Este es mi rescate emocional, para este BLOCdeROCK y para que ustedes lo disfruten. A la memoria de Mak y Bali.