La historia subterránea del mundillo musical valenciano de los 80, poco a poco, va tomando cuerpo con los diferentes libros que sobre el tema han ido apareciendo. Al mío, que ya conocéis de sobra por estos dominios, se le pueden sumar, sin desentonar, "Seguridad Social" (Juanma Játiva. 1993), "Presuntos Implicados" (Carles Sanchís. 1995), "Historia del Rock en la Comunidad Valenciana" (Varios autores. 2004), "Revólver. Disparos de pasión" (Juan Mari Montes. 2014) o "En tierra de nadie. 25 años de Doctor Divago" (Mariano López. 2014). No sé si se me escapará algún otro título, si así fuera, vayan mis disculpas por delante.
Lo indiscutible es que hasta ahora nadie había abordado, con exclusividad, la escena punk de Valencia. Pues bien, ese vacío ha sido subsanado con la publicación de "Miles de muchachos. Una crónica oral del Punk en Valencia". Aún rezumando a tinta fresca, lo he devorado con interés y esparcimiento en un par de días. Este "Miles de muchachos" viene firmado por Eduardo Guillot, lo que ya de por sí es una garantía para el lector. Guillot es conocedor, en todos sus frentes, del underground valenciano porque estuvo (está) allí y lo vivió (vive) en primera persona.
La obra está bien estructurada, aceptablemente documentada en el aspecto gráfico y lista para leerse de un tirón, tanto si has conocido a los protagonistas de la historia como si te acercas a ellos por primera vez. Es obvio que si en su día estuviste en la salsa, vas a disfrutarlo mucho más. Incluso, terminarás esbozando alguna que otra sonrisa y tarareando el "Cómo hemos cambiado" de Presuntos Implicados. El libro arranca con un excelente prólogo que sirve para ponerte en situación, crearte algunas dudas y, finalmente, rendir tributo al personal con un guiño de complicidad. A continuación, como complemento, nos encontramos con una interesante cronología comparativa que se mueve dentro de cuatro líneas paralelas por EE.UU., Gran Bretaña, España y Valencia. Esquemática, sencilla, pero muy clarificadora. Cuando en 1974 los Ramones debutaban en el neoyorquino CBGB, en España la única cresta visible era la de Franco y si centramos nuestra mirada solo en el trazo dedicado a la ciudad del Turia, podemos intuir que por esas fechas aún le estaban limpiando el culo y quitando los pañales a nuestros futuros punkis, es más, si lo seguimos hasta el final, quizás, podamos sacar explícitas conclusiones de por qué la movida Punk valenciana, salvo Seguridad Social e Interterror, no despertó demasiado interés más allá de su ámbito comunitario. Con esto no quiero decir que fuera ni mejor ni peor que otra, pero lo que se ve, es lo que hay.
Una vez dejamos atrás la confortable pista amarilla, a partir del kilómetro (léase página) 25 nos adentramos en el blanco y negro de los recuerdos. Aquí, el autor, ha dado voz a personajes involucrados en la aventura -tales como Alfonso Olcina, propietario del sello Citra, Toni Pep Rodríguez, programador de NCC o Vicente Bartual, cofundador de Ediciones Milagrosas-, además, y como no podía ser de otra forma, a lo más granado del clan punki local, donde estos han tenido la oportunidad de decir lo que quisieran o callar para siempre. También hay rescates de declaraciones anteriormente publicadas, que permiten mantener cierto hilo conductor. Así, podemos leer los comentarios de José Manuel Casañ (Seguridad Social), los hermanos Barranco (Sade), Fernando "El Loco" Navarro (Generación 77), Buto Antúnez (Cómplices), Iván Hernández y el Sr. Burguet (NES), Willy Escribano (Interterror), El Enano Infiltrado y Víctor Ácnex (La Resistencia) o Isa Blázquez (Las Terribles) entre otros muchos más. Línea tras línea, cada uno desgrana la historia, su historia, como fue o, simplemente, como la percibió en su momento. Hay relatos de todos los sabores: divertidos, seniles, renegados, inteligentes, resentidos e, incluso, insustanciales, como en botica. Entretenimiento garantizado.
Para finalizar, volvemos a divisar el camino amarillo y lo retomamos para encontrarnos con el legado discográfico del Punk valenciano, un completo listado de todas las grabaciones editadas hasta hoy, iniciándose en 1981 con el maravilloso single "Pompis de luxe" de La Morgue (Edigsa) y que se cierra con el rescate en 2018 del LP "Discordia" de Éxtasis (Vómito Punk Records). En lo personal, me siento muy orgulloso de haber contribuido a esta causa con dos vinilos: Cómplices (De espías, policías y ladrones...) y NES (Alta tensión).
Todo mi respeto para el Punky Jose, el único punki que no se suicidó en Putney Bridge.
* El libro lo tienes disponible en la LLIG
ANEXO 1. Nuestro amigo Pedro J. Pérez, que dirige el portal NuevaOla80 y que ya estás tardando en visitar, me refresca la memoria y aporta algunas publicaciones más que quizás puedan ser de interés para el personal. ¡Muchas gracias!
"Presuntos Implicados" (Luís García Ollés. 1996) y "Conversaciones con Presuntos Implicados" (Juanma Játiva. 2002); "La encrucijada", el libro-cómic donde interviene J. M. Casañ (Paco Roca. 2017) y, si viene al caso, los dos volúmenes en torno a la Ruta Destroyer: "¡Bacalao!" (Luís Costa. 2016) y "En éxtasis" (Joan M. Oleaque. 2017).