Impecables y vacilones, así son estos tipos, abanderados de la mejor escuela sleaze dentro de una ciudad repleta de panolis indolentes, grises songwriters y ukeleles hawaianos “llevamos desde 2008 tamizando la parte más sucia de L.A. y la más turbia del norte de Europa”. El resultado es de lo más espectacular que te puedas encontrar “somos animales de escenario, nuestro primer disco solo consigue plasmar algo de lo que son nuestros directos”. Y eso que su álbum “Sex, Booze & Tattoos” es pura gozada roquera de principio a fin, con un videoclip del single “Fuck it all” que te atrapará sin remisión. La chulería de Jolly Joker no es una pose “lo que ves y lo que oyes es lo que somos, esto es rock and roll y no valen las medias tintas. El público no es tonto”. Cierto, y es de agradecer esa actitud verosímil con la que envuelven su aventura sonora que, a su vez, sirve para rescatar y engrandecer un género que gozó de todo su esplendor en los ochenta y que se resiste a caer en el olvido. “Este mes estaremos defendiendo la causa en Madrid, Zaragoza y Valencia”. Mientras existan adalides como Jolly Joker, el futuro está garantizado. “Sex, Booze & Tattoos” ha sido editado por The Fish Factory.
(Foto por Betty Lane)